Fe y el TOC
¿Qué es fe?
Fe es tu sistema de creencias. Puede ser religiosa, moral, ética. Es tu confianza en algo específico, persona o un ser superior.
La importancia de la fe varia mucho de persona a persona. Para algunos, es una gran parte de su identidad y proporciona una base moral de la cual viven sus vidas. Para otros la palabra no significa nada. Prefieren vivir sin fe o la creencia de un ser superior. Y por supuesto, algunas personas se encuentran en algún punto intermedio. Ninguna de estas opciones es más correcta que las otra. Sin embargo, para personas con TOC, frecuentemente es importante entender el papel que tiene la fe en sus vidas porque se puede convertir en el tema de su TOC.
TOC y Fe
¿Cómo se relaciona al TOC?
El TOC puede impactar pensamientos sobre tu fe. A menudo, esto coincide con la escrupulosidad, lo cual es una forma de TOC donde la ansiedad primaria del paciente es miedo a ser culpable de un fallo religioso, moral o ético. Aquellos que padecen escrupulosidad temen que sus esfuerzos de vivir según sus valores espirituales no sean suficientemente buenos y que son una violación directa contra Dios. La escrupulosidad ocurre en todas las religiones – cristianismo, judaísmo, islam, espiritualismo de la nueva era. Muchas veces las asociaciones que crea el cerebro son a la medida de tus sistemas de creencias.
Frecuentemente, personas tienen pensamientos intrusos sobre Dios, la manera en que observan a Dios o hasta pensamientos impuros sexuales sobre figuras religiosas. Estos pensamientos pueden impactar la manera en que rezan. Algunos pueden pensar que no están rezando de la manera correcta. El problema con estos pensamientos es que entre más te dicen de no pensarlos, más difícil es deshacerte de ellos. No tenemos control sobre nuestros cerebros, y cuando eres religioso, se hace aún más difícil separar los pensamientos obsesivos de tu sistema de creencias personal.
¿Qué puedo hacer al respecto?
El tratamiento es un modo efectivo de gestionar tus pensamientos intrusos sobre tu fe. La terapia de exposición y prevención de la respuesta (EPR) es el tratamiento recomendado para personas con TOC. La EPR es cuando te expones voluntariamente a la fuente de tu miedo una y otra vez, sin practicar ninguna compulsión para neutralizar o frenar el miedo. El enfrentamiento repetido a la cosa que te da miedo le obliga a tu cerebro a reconocer cuán irracional es.
Es importante entender tu fe y las maneras en que la EPR podría impactarla. Para algunos, las prácticas de la EPR van en contra de sus sistemas de creencias religiosas. Esto puede hacer que el tratamiento produzca más ansiedad de lo que sea útil. Si sientes que la EPR interfiere con tu fe, tú y tu terapeuta podrían decidir de incluir a un pastor, rabino u otra figura religiosa y hablar sobre lo que pasa durante la terapia como un mecanismo de curación, en vez de pecados cometidos fuera de la terapia. Al final del día, estás tratando el TOC, no tu relación con Dios. Sin embargo, algunas personas aún podrían pasarla mal continuando con la EPR y deciden de parar.
Hay otras opciones de tratamiento también. Una basada en la concienciación: la terapia cognitivo-conductual, también conocida como la TCC, que les enseña a las personas a identificar, entender y cambiar el patrón y comportamientos del pensamiento negativo. A los pacientes se les enseña las habilidades para resolver problemas durante las lecciones de terapia y después son instruidos a practicarlos a solas para crear hábitos positivos.