Estigma y TOC

¿Cómo se relaciona al TOC?

Personas con TOC temen el estigma en el trabajo, en casa y en sus relaciones. Se preocupan por ser juzgados o maltratados por la etiqueta del TOC. Este miedo es muy dañino. Esto hace que los pacientes no busquen ayuda o que hablen con otros sobre sus problemas. También puede infiltrarse en otros aspectos de la vida. Personas con condiciones de salud mental han citado discriminación en el trabajo, la escuela, cuando buscan préstamos o seguro, y hasta en interacciones cotidianas con sus familias y amigos.

Los estigmas de otros suenan así:

• Esa persona está loca.
• No me fio de estar cerca de ellos por su TOC.
• No pueden hacer bien su trabajo porque tienen una condición mental.
• No quiero salir con una persona con un trastorno mental.
• Las enfermedades mentales hace que las personas sean violentas.
• Personas con TOC no deben tener hijos.

Los estigmas hacia ti mismo suenan así:

• Soy un monstruo por tener estos pensamientos.
• Nadie me amará jamás.
• Si la gente supiera de mi condición me tratarían diferentemente.
• No merezco formar parte de la sociedad.
• Me van a echar de mi trabajo.
• No puedo ser un miembro activo de la sociedad.
• Nunca seré padre.
• No puedo tener un matrimonio sano.

TOC quiere decir que tienes un cerebro sumamente activo. Hace exactamente lo mismo que todos, solo a una frecuencia más alta. A diferencia de personas que no padecen TOC, existe una ansiedad emparejada con tus pensamientos que hacen que ciertos aspectos de la vida sean más difíciles. Esto no es algo de qué avergonzarse.

¿Qué puedo hacer al respecto?

Combatir los estigmas empieza con entender tu valor. Si no crees en ti mismo y en tus habilidades, nadie lo hará. También debes recordar que no estás solo. Muchas personas padecen TOC. Cerca del 2.3% del poblado entre 18 y 54 años de edad padece el trastorno. Eso es casi 1 de cada 200 adultos. Y no discrimina. Hombres y mujeres padecen TOC. Personas de todos los grupos étnicos y nacionalidades luchan contra la condición. Existe una comunidad de apoyo.

Rodéate de amigos y familia que creen en ti. Comunícate con organizaciones o foros online que te conecten con otras personas con la misma condición. Lee y escucha historias inspiradoras de tratamientos exitosos. El hacerlo será un recordatorio que mientras el TOC es difícil, no tiene porque arruinarte la vida o tu autoestima.

Luego, busca opciones de tratamiento. La terapia de exposición y prevención de la respuesta (EPR) es el tratamiento recomendado para personas con TOC. La EPR es cuando te expones voluntariamente a la fuente de tu miedo una y otra vez, sin practicar ninguna compulsión para neutralizar o frenar el miedo. El enfrentamiento repetido a la cosa que te da miedo le obliga a tu cerebro a reconocer cuán irracional es.

Hay otras opciones de tratamiento también. Una basada en la concienciación: la terapia cognitivo-conductual, también conocida como la TCC, que les enseña a las personas a identificar, entender y cambiar el patrón y comportamientos del pensamiento negativo. A los pacientes se les enseña las habilidades para resolver problemas durante las lecciones de terapia y después son instruidos a practicarlos a solas para crear hábitos positivos.

Independientemente de la ruta que elijas, el inicio de cualquier terapia normalmente supone la eliminación de pensamientos basados en los estigmas. Trabajarás para superar las cosas negativas que has sido enseñado a pensar de ti mismo y de tu TOC. Puede que a tus seres queridos le den tareas también para que puedan entender tu situación y educarse sobre los detalles de tu trastorno. Desafortunadamente, puede que algunos miembros de la familia no sean buenos participantes. No permitas que las críticas de otras personas eviten que mejores tu vida.